El origen de Do.

Cuando inicié Do. no quería que fuera una página 100% clínica. No quería el azul hospital, ni los tonos fríos que muchas veces intentan dar “seriedad” pero que a mí me parecen tan lejanos, tan ajenos. Tampoco quería ser la cuenta con más seguidores, ni tener estrategias para vender mis servicios a todo el mundo.

La verdad es que Do. nació como un espacio que yo necesitaba. Un lugar donde pudiera poner todo eso que tenía guardado en mi cabeza y corazón. Lo que un día me enseñaron, lo que sigo aprendiendo, lo que antes pensaba y ahora cuestiono o corrijo. Porque todo está en movimiento, igual que el saber. Igual que la vida.

Nunca me ha gustado creerme la verdad absoluta. Yo sólo soy alguien más que comparte lo que ha vivido, lo que observa, lo que siente. Pero sí me gusta pensar que puedo ser una referencia de lugar justo, seguro y sano para quienes lo necesiten. Un sitio donde no se exige encajar, sino que se celebra el ser.

Do. me ha permitido conectar con personas que jamás imaginé conocer. Ha sido una puerta, un puente, una raíz. Y lo más mágico de todo es que también me ha permitido conectar conmigo misma desde otro lugar. No desde la exigencia ni desde el molde, sino desde el simple hecho de ser.

Este blog será una extensión de eso: un espacio para compartir sin fórmulas, sin etiquetas. Desde la persona que soy, no sólo la terapeuta.

Gracias por estar aquí y por querer mirar conmigo más allá del borde.