El lenguaje como territorio compartido
- laura cortes
- 5 jun
- 2 Min. de lectura
Cuando imaginé este espacio llamado Do. Terapia de Lenguaje, no lo pensé sólo como un lugar para “corregir” sonidos o “enseñar” a hablar. Desde el inicio, tuve claro que el lenguaje no es un órgano, ni una técnica, ni una tabla de desarrollo que hay que seguir al pie de la letra. El lenguaje es un acto profundamente social, político, encarnado. Es una forma de habitar el mundo, de existir con otrxs, de resistir y de crear sentido.
Como lo decía Vygotsky, el lenguaje no puede separarse del contexto. Se construye y transforma con el entorno, con lo que vivimos, con quienes somos. Por eso, en Do. no nos limitamos a hablar sobre hablar.Aquí, el lenguaje es un punto de partida, no una frontera.
En este espacio también hablamos de lo que atraviesa el cuerpo y la voz: Migrar y perder o mezclar lenguas. Ser queer y tener que inventar palabras para nombrarse. Ser racializade y cómo se escucha una voz cuando no responde a la norma blanca. Vivir con una discapacidad en un mundo que no te quiere oír. Sentir el deseo como algo que también se comunica, se silencia o se grita. Habitar lo colectivo, porque la palabra cobra sentido en el encuentro.
Desde una mirada neurocuir, entendemos que el lenguaje también puede doler, puede excluir, puede ser impuesto. Y que por eso, merece ser reapropiado, resignificado, liberado.
Por eso, en Do. vas a encontrar más que sesiones de terapia. Aquí también habrá: Talleres sobre temas que cruzan el lenguaje y lo humano. Contenido que invita a pensar más allá de lo clínico. Espacios de diálogo sobre sexualidad, antirracismo, migración, capacitismo, y todo aquello que se entrelaza con la palabra y con las formas de vivirnos.
Porque no existe la voz “neutral”. Y aquí no buscamos normalizar, sino acompañar, imaginar, desobedecer y cocrear.
Gracias por estar aquí.
Gracias por darle lugar a la palabra, en todas sus formas.




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